martes, 7 de febrero de 2017

Convertir un día torcido en una sesión de fotos desenfocada

En busca del vuelo perdido, foto de Naty durante el día de su vuelo perdido

A veces el día se desenfoca: tienes dos teléfonos y ambos deciden morirse la misma mañana y dejarte a la deriva comunicativa (uno es Iphone y otro Android, para que no tomen partido). Sin embargo, no es una mañana cualquiera, pues te has levantado tempranísimo (en contra de tus creencias) para volar al aeropuerto e iniciar un esperado viaje... Crees que vas a llevar bien lo de ir sin móvil hasta que te encuentras la Ronda Literal barcelonesa a punto de desbordarse (ahora ya sabes por qué hay tanto sitio para aparcar a estas horas de la mañana: están todos de fiesta en la autopista). Aún así tienes esperanzas, has salido con tiempo para factores x, un buen samaritano te cede el paso y consigues llegar a la terminal de salidas. Corres, pides permiso para saltarte la cola, te quitas las botas, te las pones, le guiñas el ojo al de seguridad y vuelves a correr. Por fin, a lo lejos, ves la puerta ¡aún hay gente! Corres, corres, corres... ¡el avión sigue ahí!... pero la puerta está cerrada, y no hay nada más que hablar. Lloras, cuentas tus penas a la gentil azafata entrenada para seguir sonriendo mientras dice la temida palabra "¡No!" 

Te resignas. A fin de cuentas no eres un bucanero y no hay opción de abordar el navío alado, te sacarían por la borda en un plis plas. Así que te encaminas hacia una butaca, intentas comprar un nuevo vuelo y, tras un sinfín de inconvenientes más con los que no quiero aburrirles, terminas consiguiendo otro para ¡¡10 horas después!!! Esto es el fin. Diez largas horas en la T1, sin mucho dinero para aprovechar las rebajas y con el síndrome del día nefasto. 

A todo esto, con tales desmanes, ni siquiera tuviste oportunidad de desayunar. Han pasado cuatro horas de aventura y es el momento de montar un campamento y ver cómo le damos la vuelta a la fortuna. Cuando ya estás instalado en una mesa, ¡apagón en el aeropuerto! ¿En serio pasan estas cosas? Decides que es una buena oportunidad para charlar con tu amiga más reciente: la cámara fotográfica. Sin embargo, ella está como tú, y no le funcionan todos los botones. Son las complejidades de los primeros pasos con cámara réflex. Así que en un alarde de optimismo te alías con el destino y decides experimentar algo que va en contra de tu tendencia natural: vamos a desenfocar las fotos... Y lo que parecía una fórmula desestresante se convierte de pronto en una experiencia estética, en un juego de significados, en un diálogo con formas amorfas que hablan sin decir imágenes. 

Naty Sánchez Ortega

Desayuno con apagón, foto de Naty Sánchez tomada el día de su vuelo perdido


Ventanales de Sombras, Naty Sánchez durante el día de su vuelo perdido.
Lectura urbana, foto de Naty Sánchez tomada el día de su vuelo perdido

Es mediodía, voy a intentar comer sin incidentes y plantarme delante de la puerta de embarque. Lejos del tráfico, rotos los móviles y pagado el desayuno, espero que nada más se interponga hoy entre mi destino y yo. ⇄ 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Nióbide de los Jardines de Salustio

Naty Sánchez Ortega

Con una herida mortal, esta hija de Niobe nos ofrece su dolor eterno en El Museo Nacional Romano del Palazzo Massimo en Roma (nº 72274). Fue localizada en 1906 durante las excavaciones arqueológicas en los jardines de Salustio, donde quizás fue escondida intencionadamente en los últimos años de la Edad Antigua. El mármol griego acaricia nuestra mirada por su brillante e inagotable perfección, capaz de apresar al mismo tiempo la belleza y el dolor de una escena mitológica. 


Esta obra excepcional ha olvidado el nombre de su autor; es poco probable que algún día sepamos quién desenterró de un fragmento de piedra a este ser etéreo, pero se cree que aconteció allá por el siglo V a.C. en un templo de la antigua Grecia. Cinco siglos más tarde pudo ser parte del botín de guerra que Augusto ordenó trasladar a la capital imperial, donde fue localizada a principios del siglo XX. 

Su perfil femenino fue dibujado atentamente en un gesto postrado y al borde del desequilibrio. Las manos de la joven abandonan sus ropajes para acudir prestas a su espalda, donde una flecha divina ha desgarrado su piel sedosa. ¿Quién perpetró el terrible ataque? Para entender la escena que nos ofrece debemos rescatarla de su ubicación actual y confiar en los estudios que sitúan su hogar original en el templo de Apolo de la ciudad de Eretria. Allí formó parte de las figuras que componían el mito completo de su familia. La desgracia cayó sobre ella y sus hermanas debido a que su madre, llamada Niobe, se había burlado de Leto por haber tenido sólo dos hijos, Apolo y Artemisa, envaneciéndose de su rica fertilidad. Su pecado de orgullo alcanzó tal desmesura que llegó a proclamar que era más digna de recibir ofrendas y culto que esta madre de dioses. Los gemelos divinos, para vengar la ofensa, decidieron demostrar a la esposa del rey Anfión que ni siquiera como reina de Tebas podía quedar disculpada de este exceso de soberbia: si se envanecía de su prole, su prole sería destruida. Los autores antiguos no son precisos al dar la cifra de hijos de Niobe, oscilando entre cinco y veinte, pero en cualquier caso murieron todos salvo dos. Apolo se encargó de matar a todos los varones de la pareja tebana, perdonando sólo al príncipe Amiclas, gracias a que Leto escuchó sus súplicas sinceras para no ser castigado por los errores de su madre. La diosa Artemisa, por su parte, acabó con todas sus hijas excepto con Melibea, quien fue famosa por la extraordinaria palidez que le provocó contemplar la venganza divina. Tiempo después se convirtió en la madre de Néstor, uno de los personajes importantes de La Ilíada de Homero.

La hija de Niobe conservada en Roma acaba de ser víctima de una flecha de Artemisa. En vano busca el modo de arrancarla de su espalda, reflejando su rostro una estática combinación de sorpresa, dolor, frustración, resistencia y a la vez resignación ante la muerte inminente. La belleza que exhala, sin embargo, sigue siendo clásica, suave y elegante, a medio camino entre las emociones humanas y la templanza divina. Su valor histórico como mujer que pudo existir o no ha sido vencido por la tradición legendaria y el arquetipo mítico, aunque en algún lugar de su rostro pervive la esencia de una mujer que inspiró al escultor en su obra.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sedientos de Belleza

Somos seres sedientos de Belleza. Caminamos por el mar de la vida sorteando arrecifes de sirenas e islas con cíclopes. En el cansancio de la travesía, heridos por este misterio de la existencia, alzamos la mirada en busca de respuestas, de comprensión, de claridad. Un silencio inmenso nos responde, un silencio que lo abarca todo, que lo penetra todo, que lo gobierna todo. Y en un momento dado, sordos a la melodía cósmica, nos sentimos solos, muy, muy solos. Damos un paso adelante al amanecer, seguimos respirando, y tratando de que ese vacío no nos ahogue, buscamos el consuelo de la belleza. Nos dejamos envolver por sus dedos suaves, por su mirada amable. Nada nos pide, nada reclama por nuestro acto de devoción hacia ella. Sólo nos mira de soslayo, como si entendiera... Y al paso de los días se vuelve nuestra compañera. Nos sonríe y le devolvemos la sonrisa. Nos alienta y aceptamos un desafío. Nos inspira y dejamos emerger el arte interior. Ni nos dimos cuenta... pero su magia nos curaba con dulces ecos de melancolía. De pronto sentimos de nuevo el vigor de nuestras alas; la voz enérgica que surge en quien cree que todo tiene un sentido, que hay esperanza, que el sol brilla para todos y alguien, en el jardín inquieto de la incertidumbre, susurra con canciones que vivir es un don... y que la estrella del destino aguarda en el horizonte de nuestra voluntad para ser conquistada. Gracias, Belleza, hija del Cielo, nacida de la espuma... ¡Que tu nombre sea pronunciado cada vez que una lágrima irrumpa en el océano primigenio del dolor!


domingo, 21 de junio de 2015

Sabiduría egipcia: Maat, todo tiene un orden

Naty Sánchez Ortega

Los antiguos egipcios hicieron muchos regalos al patrimonio de la humanidad: las grandes pirámides de Guize, serenas y majestuosas, desafiando a la eternidad; los elegantes templos clásicos, símbolos pétreos de la creación del mundo; las estatuas vivas de hombres y dioses, con su hierático semblante; los jeroglíficos, siempre enigmáticos y siempre encantadores, llenos de posibilidades... Todo eso y mucho más nos llega día tras día de las orillas del Nilo,

viernes, 12 de junio de 2015

Escultura poética: Dante Alighieri

Naty Sánchez Ortega

Monumento a Dante en la plaza Santa Croce de Florencia, 1865




El Misterio se enamora de un hombre cuando su genio trasciende los siglos, y a ti, Dante Alighieri, te amó con la fuerza del tiempo y el poder de los himnos.
Tu alzada mirada a los cielos te aleja de esta tierra de enanos. Siguiendo una estela te guía, a lomos del águila, más allá de la noche y de las rotas palabras en tu obra apresadas.

viernes, 5 de junio de 2015

El príncipe Ramsés


El joven príncipe Ramsés, todavía tras la estela de su padre, ofrenda a los dioses de Egipto. Su condición infantil la reconocemos por la trenza lateral. Las garras que parecen arañar su brazo son parte de su traje sacerdotal, un cuidado manto de lino pintado que imitaba la piel de un felino.

martes, 2 de junio de 2015

Creación Gloriosa



Las flores y los poemas tienen vínculos comunes. Son sutiles e instantáneos, viven el momento. La flor nace de un pequeño grano que se esconde bajo tierra, donde parece dormir un tiempo hasta que comienza a emerger en forma de tallo, valiente y altivo.

Convertir un día torcido en una sesión de fotos desenfocada

En busca del vuelo perdido , foto de Naty durante el día de su vuelo perdido A veces el día se desenfoca: tienes dos teléfonos y ambo...